El hambriento quiere
El hambriento quiere que cante su cena,
el amplio banquete que sueña su mal,
con aves y cerdos, ovejas, terneras,
frutas, ensaladas, productos del mar.
El hambriento quiere que cante su cena
y, en vez de escucharme, debiera cenar.
El triste me pide que cante su risa,
su risa que crezca y contagie, además.
Su risa sincera, rotunda, sin prisas,
subiendo hasta la carcajada final.
El triste me pide que cante su risa
y, en vez de escucharme, debiera gozar.
El cuerdo me ruega que cante locura,
delirio piadoso, voz sin maquinar,
el amplio banquete que sueña su mal,
con aves y cerdos, ovejas, terneras,
frutas, ensaladas, productos del mar.
El hambriento quiere que cante su cena
y, en vez de escucharme, debiera cenar.
El triste me pide que cante su risa,
su risa que crezca y contagie, además.
Su risa sincera, rotunda, sin prisas,
subiendo hasta la carcajada final.
El triste me pide que cante su risa
y, en vez de escucharme, debiera gozar.
El cuerdo me ruega que cante locura,
delirio piadoso, voz sin maquinar,