No soy un campeón de la protesta
Quizás todo el que va a conversar por primera vez con Silvio Rodríguez deba ir armado con este proverbio árabe, pues en realidad él no es la persona ríspida que dicen por ahí.
La verdad es que resulta un hombre comedido, educado, que da las gracias por todo, se disculpa por la menor falta que piensa haber cometido y pregunta por tu familia aunque no la conozca.
Concedió esta entrevista sin rodeos, aunque con 20 minutos de retraso.