Los funerales del insecto




Hace un rato, solo, he visto
a un insecto agonizar.
Y he pensado: «no hay remedio,
nadie va a su funeral».

El insecto agonizaba.
Yo empezaba a canturrear
la canción más solitaria
que haya escrito sin llorar.
Pues me puse a comparar:

¿Qué hará la tierra con los huesos
del que muere sin regreso,
en virtud de su ambición?
Sus funerales sin amigos,
sus adioses sin testigos,
sus domingos sin amor
serán como el del insecto aquel,
muriendo solo, sin después.
Morir así es no vivir,
morir así es desaparecer.

La pobre gente que dispone
de la vida por oscuros
corredores, ¿qué se hará?
Y los que venden la palabra,
los que ríen, los que no hablan,
¿quiénes los despedirán?

Serán como el insecto aquel,
muriendo solo, sin después.
Morir así es no vivir.
Morir así es desaparecer
totalmente.