Las mujeres de los individuos




Las mujeres de los individuos
que hacen poesía,
las mujeres de los individuos
que hacen la canción,
deben aburrirse de decir que sí,
que siempre es bueno
todo lo que hacen sus maridos.
¿Es que no se habrán puesto a medir
cuántas veces han hecho creer
que se ha dicho una cosa genial
cuando ha sido algo más del montón,
que hasta un niño ha podido decir?

Pero todas
las mujeres de los individuos
que hacen poesía,
las mujeres de los individuos
que hacen la canción,
dan el visto bueno a cada frase,
a cada coma,
dan el visto bueno a la armonía
-aunque no sepan nada de eso,
aunque nunca hayan ido a la escuela,
aunque sus gustos sepan muy mal¬-
pero lo que resulta peor
es que sus mariditos asienten.

Por eso
las mujeres de los individuos
que hacen poesía,
las mujeres de los individuos
que hacen la canción,
son los soldados
más desconocidos
de la historia.

Esto, para que ninguna
venga luego a reclamar.
Así que no se inhiban:
ya cualquiera puede ser
mi mujer.